Consejos para los que leen consejos de blogs literarios


El marketing del mundo literario ha invadido la red, actualmente se pueden encontrar miles de sitios web de editoriales, revistas, escritores y/o bloggeros  que manejan estos medios electrónicos. A la vez que se puede leer miles de blogs que dan consejos a los autores y editoriales sobre cómo escribir determinado género (desde terror hasta novela negra), cómo escribir novelas, cómo crear personajes o diálogos correctamente, y hasta cómo crear contenido adecuado para el blog de literatura. Todo esto puede ser interesante y enriquecedor de no ser porque se trata de una tendencia y nada garantiza que se traten de unas orientaciones aterrizadas, cuando menos, con sustento teórico (basado en teoría literaria, narratología, crítica literaria y demás) que permita rastrear la base de los consejos que nos ofrecen en la red y reflexionar sobre estos.

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Pero los consejos para escribir, publicar y crear no son un fenómeno que llegó con la entrada del marketing literario a la blogósfera, muchos escritores prodigiosos han brindado consejos a los noveles sobre la manera adecuada de adentrarse en las letras, demostrando que es un sector y un negocio en movimiento, atrás no se quedarán los talleres de escritura y los cursos sobre esto. Por lo tanto esto solo se ha hecho más viral con el fácil acceso a internet del que hoy se goza, y aquí es donde empieza lo problemático; el afán y la demanda por contenido literario puede hacer que se suelten toda clase de afirmaciones, a manera de consejo, que cualquiera puede leer, así como cualquiera puede escribir, y tomar por cierto sin cuestionarse o leer algo más al respecto.

Como ya se ha dicho, los consejos pueden ser interesantes y enriquecedores, pero no pueden tomarse como directrices indispensables y solución final para todo profano, y mucho menos puede el autor de dichos consejos posar de guía profesional y presentar sus opiniones como la fórmula eficaz para todo escritor y/o bloggero. Caería en la deshonestidad intelectual, olvidando que sus consejos son cuestionables y refutables, así como que es posible que sean errados o no tengan aplicación universal. 

Curiosamente es esto último lo que menos se encuentra en muchos de los blogs dedicados al negocio de los consejos literarios, nunca reconocen que en ningún momento ninguna obra literaria fue escrita, ni lo será, bajo las mimas condiciones para todos, haciendo de los consejos algo global e inamovible. Por el contrario, muchas de estas recomendaciones no vienen al caso y son inútiles, lógicamente el desorientado le encontrará sentido a tales recomendaciones, porque se ve atrapado por la desesperación, al no saber el destino de su horizonte literario y busca salidas sin detenerse a reflexionar qué es lo mejor que puede hacer. Todo consejero, por su parte, defenderá su contenido porque su objetivo, está sobreentendido, es ganar notoriedad o visitas para su sitio web. Siendo posible apelar a la sencillez, obviando el hecho de que nadie se denomina ni titula consejero profesional ni nadie obliga a nadie a visitar los blogs en busca de consejos.

El problema es que en un asunto tan engorroso y variable no es nada escrupuloso establecer parámetros para escribir o no correctamente como un autor bestseller, lo ideal sería abrir un espacio a la discusión para tratar caso por caso, también se puede sustentar las orientaciones en algo más que el nombre de un excelente autor que decidió compartir su visión de su labor, y así escribir algunos consejos, los cuales también vendrían a ser cuestionables al fin y al cabo, resultando lo más enriquecedor del asunto: Discutir sobre el quehacer literario, sobre estructurar tramas y crear contenido, experimentando o compartiendo rigurosas orientaciones, que pueden ser o no útiles para los demás, pero es lo que sirve, el compartir la experiencia, como experiencia, no como prescripción para todos los problemas literarios y narrativos. 

Queda, como único buen consejo, recordar que no hay fórmula mágica ni solución final para escribir una buena obra, para imaginar de la mejor manera o alcanzar todo lo propuesto, lo único que queda para hacer las cosas mejor es seguir escribiendo y leyendo.

En definitiva, la mejor opción es aconsejar que si usted está desesperado, interesado o perdido, no siga buscando más blogs que tengan consejos, invierta ese tiempo buscando influencias literarias y elementos inspiradores, en la lectura misma de otras obras o haciendo lo que le plazca.

Después de todo nadie puede escribir en la obra si no es quien se lo propone, a menos que busque un escritor fantasma, siendo ese otro asunto.

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