De Borges para Sherlock Holmes

El interés de Borges por el género policial y detectivesco tenía como referentes a Poe y, sobretodo, su admirado Chesterton (véase el ensayo dedicado en Otras inquisiciones), a pesar de esto Borges no se olvidó de Arthur Conan Doyle, inventor de los misterios resueltos 221B Baker Street, y lo incluyó en su miscelánea colaborada Introducción a la literatura inglesa.

Aunque pareciese que le faltó darle más reconocimiento al creador de Sherlock Holmes, el escritor argentino no partió a la inexistencia sin antes plasmar su admiración por el detective victoriano mediante un poema, titulado con el nombre de este inglés inexistente y recopilado en la obra Los conjurados, el cual cierra de forma épica y memorable:

Pensar de tarde en tarde en Sherlock Holmes es una
de las buenas costumbres que nos quedan. La muerte
y la siesta son otras. También es nuestra suerte
convalecer en un jardín o mirar la luna.

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