Veamos la mención, la referencia o alusión al autor de providence, que aparentemente hizo el italiano en su novela, la cual no es mucho más que unas cuantas líneas:
— ¡Enfin, le sacrificie humain! — y entonces, dirigiéndose hacia la nave, a voces:
— ¡I'a Cthulhu! ¡I'a S'ha-t'n!"
Esto se puede reforzar con los comentarios hechos por Eco acerca del trasfondo de su novela:
(...) pero me gustaría que quedase claro que si uno lee seriamente el Péndulo entienda que es la sátira, la representación grotesca de todos aquellos que leen y escriben el Código da Vinci. El Péndulo podría ser leído como la crítica del Código da Vinci, salvo que está escrito quince años antes. El Péndulo denuncia todo un universo oculto que Dan Brown ha saqueado a manos llenas intentando darle seriedad. No creo que lo tome con seriedad pero ha estado bastante brillante al hacer que sus lectores se lo hayan tomado en serio.Se puede ver también que hay, por fortuna, una posición crítica del autor italiano sobre los creyentes en temas ocultos:
But you yourself seem interested in the kabbalah, alchemy and other occult practices explored in the novel.
[U. Eco] No, in “Foucault’s Pendulum” I wrote the grotesque representation of these kind of people. So Dan Brown is one of my creatures.
Gracias a esto es posible pensar que en la búsqueda de satirizar al esoterismo y el ocultismo, el teórico de la semiótica debió valerse de temas supersticiosos, para agregar a su narrativa algo relacionado más con fuentes tipo LaVey que con Lovecraft. Aunque el primero se escudase tras el segundo para hacer pasar por seria su absurda religión llamada satanismo. Esto no es más que otro insulto al pensamiento y legado literario del cultor del terror cósmico por parte de timadores desesperados.
Este es otra desmontable leyenda urbana, como como la de la relación Lovecraft-Crowley (quien inspiró a LaVey), para la lista.
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