No sería el octavo mes del calendario gregoriano un mes como cualquier otro de no ser por ciertas fechas que conmemoran el nacimiento de inolvidables y grandes autores, por ejemplo, un 24 de agosto, el escritor argentino Jorge Luis Borges quien, antes del Boom Latinoamericano, ya se destacaba por crear increíbles realidades y universos en sus textos, aunque Juan Gabriel Vásquez considere arquelógico el trabajo de los previos al boom.
Y es Borges el encargado de abrir con admiración las Crónicas Marcianas de Ray Bradbury, reconocido escritor cercano a la ciencia ficción y el terror, que nace un 22 de este mes, para la edición española de la editorial Minotauro, la cual conmemora el sexagésimo aniversario de dicha edición.
Pero ahí no termina la participación de Borges, en el epílogo de El libro de arena, le dedica un espacio a Howard P. Lovecraft, autor nacido un 20 de este mes, comentando acerca del cuento a modo de homenaje There are more little things que hace a este último, juzgándolo como un parodista involuntario de Poe, aunque, antes de armar tormentas, si se analiza más a fondo lo que escrbió Borges sobre Lovecraft, nos encontramos con una no muy mala presentación en Introducción a la literatura norteamericana.
Dejando a un lado a Tlön, Yuggoth y Marte, otra nacida un 30 de este mes es Mary Shelley, londinense reconocida por su Frankenstein o el moderno Prometeo, ambos, autora y obra, elogiadas y defendidas en el despiadado ensayo de Lovecraft El horror sobrenatural en la literatura, reconociéndola como parte del apogeo de la novela gótica. Curiosamente su esposo Percy Shelley nace un 4 de este mes y tiene un interesante tratado sobre ateísmo La necesidad del ateísmo, acercándolo a la incredulidad de Lovecraft.
Para terminar, pero no menos importante, un 16 de agosto, el nacimiento de Charles Bukowski ensuciaba este octavo mes y advertía la no convencional apología a la lujuria y embriaguez que se avecinaba.
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